NUESTRO PROCESO

 

En nuestro proceso transformamos anualmente mas de 12.000 toneladas de deshechos textiles en nueva materia prima.

 

12.000 toneladas que no terminan ni destruidas ni en un vertedero.

 

12.000 toneladas a las que se les da una nueva vida y sirven para crear nuevos productos textiles.

 

Entregamos a nuestros clientes fibras recicladas de algodón y algodón-poliéster de la máxima calidad y en el color    deseado, y todo ello sin apenas consumo de agua y utilizando la energía 100%   verde de nuestra planta de generación fotovoltaica.

 

El consumo de agua para fabricar una camiseta de 100g con algodón virgen se estima en  2.700 litros. Nosotros, para transformar 1 kg en fibra necesitamos menos de 1 litro.

 

Utilizando fibras recicladas se está contribuyendo a la sostenibilidad y la descarbonización del planeta.

 
 

 

RECEPCIÓN DE MATERIALES

Después de asegurar la calidad del proveedor, los recortes adquiridos  llegan hasta nuestras instalaciones donde, tras un primer proceso de inspección  con el fin de comprobar que se cumplen nuestras estrictas normas de calidad y el grado de limpieza requerido para su desfibrado, son almacenados clasificados en función de su color y su composición.

PREPARANDO EL DESHILACHADO TEXTIL

Realizamos cada mezcla atendiendo siempre a las necesidades y especificaciones de cada cliente. En nuestra filosofía está la satisfacción plena en cada entrega: cada pedido de cada cliente se debe ceñir estrictamente a sus requerimientos. Debemos ser capaces de cumplir lo que el cliente espera de nosotros. Para conseguirlo, es muy importante que cada paso del proceso se haga correctamente, desde el principio. Cada vez que se prepara una mezcla, se hace pensando en el cliente concreto que luego transformará nuestra materia prima en su producto final.

Una vez preparada cada mezcla, nuestro proceso comienza con un primer corte de todos los materiales para facilitar su combinación y su transporte neumático, hasta los grandes silos automáticos donde se uniformizará y se alimentarán los diablos, las grandes máquinas que transformarán el trapo en fibra.

PROCESO DE DESHILACHADO

Las mezclas, preparadas y depositadas en los silos de alimentación, se introducen de manera automática en los diablos, las máquinas que realizan la función del deshilachado. En su interior, los grandes cilindros con puas van desgarrando el material para obtener las nuevas fibras.

Disponemos de tres diablos de alta producción con los que procesamos un volumen superior a las 12.000 toneladas anuales.

Nuestros técnicos, personal altamente cualificado y con gran experiencia en el sector, se aseguran de que la calidad final del triturado se ajuste a las exigencias y requerimientos de nuestros clientes

PROCESO DE PRENSADO

Al final del proceso, las prensas automáticas de alta presión embalan la fibra resultante en balas de alrededor de 350 kg, que facilitan su almacenaje y  transporte.

En este último paso se realiza el pesaje, marcado y etiquetado, como proceso previo a su almacenamiento.

ALMACENAJE DE STOCK

Con más de 5.000 metros cuadrados de almacenes, aseguramos a nuestros clientes, especialmente del sector automoción, que somos capaces de proporcionar un suministro regular de sus distintas referencias.

NUESTROS CLIENTES

Nuestras fibras recicladas van destinadas a distintos sectores productivos. Algunos de nuestros clientes son fabricantes de hilaturas que trabajan con el nuevo sistema open end o con la clásica hilatura de carda. Fabricamos borra para empresas de fieltros para colchones (método de punzado o termoconformado), para compañías que desarrollan geotextiles utilizando tejido con infinidad de usos, y exportamos nuestro material acabado también para empresas de fieltros para aislantes en materiales de construcción y para componentes de las carrocerías de vehículos.

COMPROMISO LLÁCER

En Llácer hemos apostado por una actividad de reciclado que contribuye a reducir la huella de carbono y el impacto medioambiental. Hacemos posible un ahorro importante en la producción de materia prima virgen y evitamos el consumo de más energía en el proceso. También reducimos el volumen de residuos sólidos en los vertederos, utilizamos menos combustibles fósiles en la fabricación y dejamos de usar más tintes químicos.